1.- Remojar el maíz toda la noche. Al día siguiente escurrir, volver cubrir con agua limpia y hervir con cal durante 1 hora.
2.- Escurrir, enjuagar y retirar el pellejito del maíz.
3.- Hervir el maíz con cebolla, ajo, orégano y sal durante 2 horas.
4.- Tostar las pepitas en un sartén a fuego bajo.
5.- Cocer en una olla la carne de cerdo con cebolla, 2 dientes de ajo, sal y laurel. Ir retirando la espuma que se forma.
6.- Moler en la licuadora con un poco de agua el chile poblano, los chiles cuaresmeños, espinaca, cebolla, ajo, las pepitas tostadas, orégano, comino, tomates, cilantro y epazote. Vaciar en la olla de la carne.
7.- Añadir el maíz ya cocido a la carne y dejar hervir (hasta que el maíz y la carne estén suaves).
8.- Servir e incorporar lechuga, rábano, cebolla, limón y orégano.
Procedimiento:
Se calienta el agua. Cuando esté templada, se añade la harina y la sal. Removemos hasta que la mezcla sea homogénea. Después, se suma la cucharadita de aceite y, cuando esté bien incorporado a la mezcla, se amasa. Una vez que esté totalmente homogeneizada, se dejará reposar durante unos 10 minutos. Se procederá a dividir la masa en unos 20 trozos más o menos iguales, primero con la mano y luego con un rodillo si fuera necesario. Se dará una forma plana y circular a cada trozo. Para evitar que la masa se pegue a las manos o al rodillo, se puede utilizar un poco de harina. Cuando ya estén todos los discos preparados, se colocan en el refrigerador, mientras comenzamos con el relleno.
Para preparar el relleno, primero se pica la cebolla y el ajo muy finos y se agrega la carne de cerdo picada. Hay que asegurarse que todos los ingredientes estén muy picados, para que se puedan acomodar adecuadamente dentro de los discos.
Cuando la mezcla esté bien repartida, se agrega la salsa de soja, la miel y la pizca de pimienta.
Cuando la mezcla esté bien integrada, se sacan los discos del frigorífico y se procede a rellenarlos.
Posteriormente se van a cerrar doblándolos por la mitad y presionando los bordes con los dedos con tal de que la masa quede sellada.
Se meten a hervir, cuando se saquen del cazo en el que se han hervido, se pondrán en una sartén con aceite caliente durante uno o dos minutos para que estén crujientes. Bañamos con nuestra salsa de chabacano.