Limpiar y quitar las hojas exteriores de las alcachofas. Eliminar el tallo al ras y las puntas superiores. Cortarlas en láminas finas y dejarlas en un bol con el zumo de limón para evitar que se oxiden. Reservar.
Pelar y machacar el ajo y esparcirlo sobre las alcachofas. Dejarlas macerar unos minutos junto con el limón.
Mientras, pelar y cortar la cebolla en aros finos y sofreírla en una sartén con un chorrito de aceite de oliva hasta que transparenten. Añadir sal y pimienta y remover.
Una vez que la cebolla comience a dorarse, incorporar las alcachofas, removiendo y dándolas vueltas para que se hagan de ambos lados.
En cada lámina de alcachofa esparcir una porción de cebolla y una rueda de queso de cabra. Poner un punto de sal. En la misma sartén, tostar ligeramente las nueces y esperar unos minutos hasta que el queso se derrita.
Antes de servir, espolvorear por encima una pizca de pimentón y perejil fresco picado.